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martes, 8 de octubre de 2019

LA MENTE LIBERTARIA, EL ESPIRITU DEL HOMBRE LIBRE.


EL SIGUIENTE ES UN PENSAMIENTO INSPIRADO EN NUESTRO VIAJE EXPLORANDO LA PATAGONIA ANDINA EN FEBRERO DE 2019.

Los movimientos independentistas de donde salieron los próceres de nuestra historia respondía al interés de muchos individuos que nacieron en una tierra donde tenían una nacionalidad cuyo poder estaba océano de por medio, tenían una cultura de origen, pero había algo que no lo asimilaron ni por cultura, ni nacionalidad… una identidad que venía de su mentalidad, de su consciencia originada de su raciocinio: la mentalidad del individuo libre.



Los procesos que independizo al continente americano de ser colonias de potencias europeas fue primero por el surgimiento de nuevas ideas en occidente que planteaba el camino dinámico de la evolución de la humanidad, filosofía que dio a hombres de mente y acción a tener las bases para gobernar y ser propietario de sus propios destinos, desde su vida hasta sus riquezas, porque el motivo que más detono los procesos no fue solamente las guerras en Europa, sino la expropiación de riquezas y la restricción de libertades individuales de la que empezaron a ser conscientes.

Los próceres que estudiamos desde el colegio, siendo militares o no, fueron mentes que entendieron que el continente americano tenía que ser no solamente el nuevo mundo descubierto, sino la tierra de la libertad de los hombres que lo anhelaban, ese fue el leitmotiv de la independencia americana, un nuevo mundo donde la libertad era el espíritu, la propiedad el cuerpo y la vida el mayor valor; esa era la filosofía que movió e independizo al continente, el precio para conseguirla fue con sangre, porque toda lucha por ella siempre ha sido así en la historia; lamentablemente el espíritu por la libertad no se complementó en un continente de países con gobiernos de hombres libres, sino más bien en versiones latinas de tiranías en la mayoría de los casos y sobre todo desde mediados del siglo XX.

Uno de los motivos detonantes de la independencia fue los tributos y las restricciones comerciales impuestas desde la monarquía a los criollos y nacidos en el continente sumado a que no podían intervenir ni decidir políticamente sobre sus vidas, ni con quienes relacionarse, por eso en el Río de la Plata los criollos sobrevivían con el contrabando, al margen de la “ley” impuesta (no justa).
Pero en los tiempos más cercanos, el colectivismo con teorías e ideas nocivas distorsivas como la “igualdad”, la “justicia social” se hizo del poder en el continente para reprimir la mente individual, para convencerlos que la propiedad y la libertad son malas y la vida debe ser dirigida por un orden o jerarquía superior al individuo; la destrucción de la razón es el objetivo del colectivismo actual para adormecer y suprimir el sentido nato del individuo a vivir por motu propio, a crear riqueza por su propio deseo y poseer su tierra donde vivir y ser feliz.



El colectivismo actual cambio el látigo y las cadenas de la esclavitud del pasado por las regulaciones, los impuestos, las trabas y el deber en nombre del “bien común” para poder controlar la producción, confiscar el trabajo y la propiedad de un individuo, que hasta el peor de los casos hasta acabar con su vida y como sucede en la historia, el colectivismo engaño a los pueblos que la pobreza, el hambre y las guerras son por culpa de quienes crean riquezas y se mueven diferente al “ideal” colectivo.
América fue la tierra de los sueños y la libertad de quienes escapaban de la muerte o querían comenzar otra vida, pero ese sueño que movió a millones de individuos en toda la historia desde distintas partes del mundo se ha perdido en estas latitudes hace ya desde hace un tiempo, por muchos motivos, diferente según el caso.



Pueblos donde sus individuos consideran que es un deber aceptable entregar la mitad de lo que produce a su gobierno porque es la “ley” y es el “deber” es la mentalidad de un esclavo sumido a la coerción colectiva; no fue esa mentalidad que independizo al continente del colonialismo, no son mentes de hombres libres como nuestros próceres, nos engañan diciendo que uno es pobre, desgraciado, incapaz de valerse por sí mismo por “culpa” de otros, alimentando el sentimiento de frustración, resentimiento y victimización que pide un gobierno de “honestos”, “interesados en el pueblo”, que brinde “educación y salud”, desconociendo la esencia y el espíritu del ser humano y el dinamismo de la humanidad en su evolución natural, que el hombre es libre en su esencia y desarrolla conocimiento de su mente individual; el colectivo no creo el fuego, no creo la agricultura, no creo la rueda, ni el arte, ni nada de los avances que beneficiaron la humanidad, todos fueron creaciones de una mente y que benefician a la humanidad entera.

Si los individuos creen que el colectivo tiene que manejar el fuego, la rueda, la agricultura, la salud, la educación para que a su parecer decida por los individuos quienes pueden acceder a ellos, quienes no, que pueden consumir y que no, lo único que sucederá es que un grupo de mentes necias esclavizara a los individuos para transformarlos en zombies y destruirán la evolución de la mente libre.
Cuando se pondera la humildad y la mediocridad en vez del mérito y la capacidad, los incompetentes llegan al poder y transforma toda una tierra en una prisión a cielo abierto para sus habitantes obligados a dar sus valores obtenidos por su trabajo al desmanejo de gobernantes que se creen superiores y toman como propio los recursos de los demás sea que haya llegado por voto o por la fuerza; esos hombres movidos por la ambición de poder, no el de superación, creyéndose vitales para la “gloria” de una nación llevan a sus semejantes a distintos niveles de desastres, ponderan que son la solución a todos los problemas y que sin ellos, no habrá bienestar alguno, que poseen la verdad y que por más empobrecida y miserable sea el pueblo, ellos son lo mejor que les puede pasar. Ese es el espíritu del colectivismo en la historia representado por religiosos, chamanes, monarcas y  gobernantes demagogos, además de actores altruistas de ética amoral.


Si le preguntan a cualquiera, todos dirían que quieren ser libres, pero de qué?
Que noción se tiene de la libertad?
Hasta donde saben los individuos que es la libertad?
La realidad es que todos quisieran sentirse libres, pero como la mente es mucho más rápida que la comprensión humana, muy pocos tienen realmente una mentalidad libertaria, inclusive muchos quienes se auto definen como liberales no lo son realmente; un “liberal en lo económico”, “liberal en lo social”, “liberal en alguna cosa…” no son en esencia mentes libertarias, son individuos que interpretan que la libertad puede darse en algunos conceptos y en otros no, una distorsión del significado real de la libertad.


Un individuo libre sabe que el motor es la mente, y que la vida y la propiedad solo puede crecer y desarrollarse positivamente en un contexto de libertad y decisión propia, que lo motiva a adquirir conocimiento, a trabajar para sí mismo, a vivir de acuerdo a sus intereses en el lugar donde viva y se exprese libremente, a pensar como crea y a ser responsable de que hace y predica, esa es la esencia de la mente libre.


Así como el planeta necesita de la energía del sol y de los eventos que lo moldea a través de millones de años a través de los volcanes, glaciaciones, deshielos, placas tectónicas, eventos climáticos para evolucionar y funcionar como tal para albergar a sus seres vivos dentro de ella; los individuos necesitan de la mente y la razón para evolucionar y lograr superar sus expectativas como especie.
Una mente libre cuestionaría totalmente que los gobiernos controlen la educación, la salud, regule la producción, controle los medios de comunicación, la cultura, subsidie la incapacidad y se apropie riquezas porque entiende que son pasos que si no son detenidos llevaran según el caso al corto o largo plazo a la cooptación de voluntades y supresión de libertades individuales partiendo de las menos valoradas llegando a las vitales.



El colectivismo pretende que los individuos vivan imitando a especies como las hormigas o las abejas cuya vida se desarrolla en colonias donde cada uno vive trabajando a su “rol” asignado para el bien común de la sociedad, donde se impone las jerarquías donde la abeja reina es el estado, por eso la razón por la que siempre el colectivismo fracasara es por negar que el hombre es el hombre que vive por razón y no por instinto como las demás especies de seres vivos.
Un gobierno que pretende expropiar recursos a través de impuestos y regulaciones y a decidir que pueden o no hacer en varias cuestiones sus soberanos y toma roles como ser árbitro, empresario, médico, educador, comerciante, proveedor de servicios en vez de garantizar los derechos individuales, aunque fuere elegido por voto popular es una dictadura o para ponerle un término más acorde para quienes relacionan dictadura con aplicación de fuerza directa, un gobierno ESTATISTA, lo peor del colectivismo más puro, porque más allá que en sus acciones quizás no reprima la libertad de expresión de forma directa, usa a través de “leyes” de espíritu extorsivo y auto potestades impuestas sobre las decisiones de los individuos, es otra manera de someter con métodos que no necesariamente lleve aplicación de violencia física, aunque el resultado final termina siendo ese en el mayor de los casos.



Ciertos auto denominados “liberales” insisten que el enemigo de la libertad individual es el estado y proponen una suerte de anarquía de mercado, una teoría distopica además de una impresión errónea, porque el enemigo no es el estado como órgano que administra en un sistema republicano la seguridad y la justicia, sino que el verdadero enemigo es el estatismo, cuando el estado ejerce un sistema que se mete en las cuestiones antes mencionadas y que se ha convertido gracias al colectivismo en la religión actual que reemplaza la figura del ser divino de las religiones tradicionales en un ser divino de carne y hueso líder absoluto de un movimiento o ideología colectivista como sucede en el socialismo, el comunismo, fascismo, nacional socialismo, conservadurismo y la social democracia; sin hacer mucho hincapié en conceptos teóricos, la existencia por lo menos en este tiempo, de un estado reducido dedicado a la administración de la justicia y la seguridad (actividades que no pueden ser mayormente privado, de ahí la necesidad de la existencia de un órgano que actué como garante de la coexistencia de una sociedad) bajo una constitución basada en los derechos individuales fue lo que hizo que países de primer mundo sean como lo conocemos y como fue nuestro país cuando se regía por la constitución de Alberdi; si la evolución de la humanidad hace que en un momento la existencia del estado sea totalmente anacrónica, se podrá pensar si sucede en una suerte de una civilización sin gobiernos, pero en este marco actual aun no es factible.




Lo que si actúa como un palo en la rueda de la evolución de la humanidad es la burocracia estatista, que solo puede subsistir mediante la confiscación de valores que producen los individuos a través de impuestos y cuanto más grande es la injerencia de la burocracia en temas que no tiene que meterse, más grande será el desastre que tendrá un país como caso más extremo actual tenemos a Venezuela, donde el papel higiénico termino siendo un artículo de lujo y ha llegado a suceder cosas impensables en una civilización normal como el canibalismo.
La existencia de este tipo de horror involutivo es solo posible por la manipulación de generaciones ya sea a través de la educación y cultura impuesta para crear una casta con mentalidad estatista para sostener el sistema, que por perversidad o sentimiento de falso líder o caudillo pretenden regir y manejar los destinos de sus hermanos a su propio criterio o personas también de mente sensible pero vulnerables que terminan corrompiéndose al sistema y una población sumida mentalmente a que el sacrificio y el deber es lo que hace “crecer” un país, sometiendo fiscalmente al sector productivo e inculcando a los individuos alienados mentalmente según sea su condición con culpa, resentimiento e inferioridad, el ser productivo como un esclavo fiscal para sostener con su esfuerzo el sistema y al pobre repartiéndole migajas para asegurarse que nunca salga de la pobreza material y mental y hacerlo el fiel más devoto del sistema.



Cuando se discute en los medios sobre la “presencia del estado”, “rol del estado”, lo que en realidad se discute es cuánto se va a pisotear los derechos individuales para avanzar a un estatismo nocivo.
Decir que el estado existe para regular a los individuos es un desconocimiento nocivo del sistema republicano, los estatistas de mente odian la meritocracia y hasta la confunden con la oligocracia (gobierno de la oligarquía) porque si algo que odian es el mérito, algo que los estatistas nunca poseerán por ellos mismos, y se excusan el dedicarse a la actividad pública en su “sensibilidad y compromiso social”, y así cuando por las películas de acción en mayor caso imaginamos a los villanos como seres de pura maldad que quieren destruir el mundo y la paz, en el mundo real los verdaderos villanos más malignos son los burócratas más estatistas, que más atacan a los seres productivos y libres, su motivo de odio; por eso la burocracia estatista debe ser erradicada, porque destruye todo lo que toca, ellos odian al mérito del logro propio y pregonan un dogmatismo personalista basado en el engaño, y sus seguidores de mentes estatistas que siguen una ideología o figura y rechazan al contrario vociferan cuando son oposición “que el gobierno te quiere ignorante”, pero son los mayores defensores de la educación pública “gratuita”, el mayor mal actual destructor de mentes.
Defender la educación pública hoy es defender el retroceso de la humanidad por no entender la evolución del mundo, hace 150 años era viable porque el mundo era otro, pero hoy es una traba para los individuos puedan integrarse y entender la dinámica del mundo, por eso hoy los docentes de la educación pública no son educadores, sino seres sufriendo penurias y llevados a creer que su vocación es un sacrificio y no un servicio, a veces más preocupados en alimentar el estómago de los alumnos que la mente o para peor ideologizados por ministerios y sindicatos que alimentan un sistema obsoleto y decadente que ya no puede brindar nada de calidad y solo vive en la mente de quienes añoran tiempos muy pasados, que los termina transformando a algunos docentes en seres rencorosos que buscan suprimir el intelecto de sus alumnos por ser un tirano de mente.






Un trabajo lo es cuando realmente este crea valor o brinda un servicio que ayuda a una sociedad a vivir e intercambiar voluntariamente, crear productos es crear valor, educar, curar o brindar servicios ya sea para comunicaciones ayudan a una sociedad a crecer para el bienestar, si se trabaja en el estado para la administración de la justicia o la seguridad o el cumplimiento de las instituciones bajo un marco republicano es un servicio que ayuda a crear valor, pero si estas están al servicio de un sistema tramposo que brinda no un contexto republicano, sino uno que garantiza la injusticia quebrando la igualdad ante la ley, destruye la seguridad, interviene en la vida de los individuos no para garantizar sus derechos sino someterlo a una presión donde las reglas es que siempre perderá porque está obligado a sostenerlo y amenazado con cárcel si evade entregar sus valores, sin posibilidad de elección voluntaria; entonces todo “empleo” dentro del estado es un destructor de riqueza, y todo ministerio o ente público destinado a intervenir en las relaciones de los individuos es un leviatán que solo puede ser llevado por mentes parasitarias en esencia. Un ministerio de trabajo solo destruirá el empleo; un ministerio de educación destruirá la calidad educativa donde sus maestros serán más ignorantes y serán piezas útiles de la destrucción de mentes en formación; un ministerio de salud creara un sistema hospitalario cada vez más deficiente que tendrá médicos sufridos, desmoralizados y más enfermos. Un ministerio de desarrollo social solo creara más pobreza y un ministerio de obra pública solo hará que obras de infraestructura tarden mucho más tiempo que si viniera de la actividad privada, obras vitales que en el mejor de los casos si llegan su costo habrá sido demasiado caro y la inversión resultado inútil, a todo esto imagínense lo más destructor y parasito del estatismo local: la AFIP y la aduana.



La gran diferencia entre mentes libres y estatistas, es que a los primeros no les interesa manejar la vida de los demás, sino en superar las expectativas de su propia vida porque es la base de su código moral y si se dedicara a gobernar será en pos de fortalecer instituciones que valoren los derechos individuales en el tiempo que le corresponda, por eso nunca podemos esperar una mente con valores libertarios haciendo carrera en un sistema estatista si no es para destruirlo y cambiar sus cimientos como lo eran los próceres que estudiamos en el colegio.
Ahora el mundo cada vez más conectado a pesar de la presión y hostigamiento del colectivismo, está llevando a la humanidad a pegar un salto cualitativo, pero necesita de mentes libres, de pioneros, pero no para dominar la tierra como en el pasado, sino de mostrar y difundir que la libertad es la fortaleza del espíritu humano para formar individuos de mentalidad libertaria y una humanidad superadora.





Como se forman hombres de mente libre?
NUNCA MATANDOLE LAS GANAS DE EXPLORAR, CUESTIONAR Y APRENDER POR MOTUS PROPIO Y NO POR IMPOSICIÓN A INTERESES DE TERCEROS, VIAJANDO PARA EXPLORAR Y COMPRENDER LA HISTORIA, LA CULTURA Y EL COMPORTAMIENTO HUMANO QUE LE DARA LAS BASES PARA SU FORTALEZA MENTAL Y PENSAMIENTO LIBRE.





Los países desarrollados, de primer mundo como los conocemos llegaron a ser lo que son porque alimentaron originalmente la libertad individual, después podemos ver según el caso si siguieron o no tanto con esa lógica o son actualmente menos de lo que fueron, Estados Unidos es lo que es gracias primeramente a su constitución basada en los derechos individuales y por eso en más de 200 años a pesar de todo el avance que tuvo ahí el colectivismo, su espíritu como mundo libre aun resiste con todas sus virtudes y defectos.



Hoy el mundo tan sumido por el colectivismo, necesita de mentes libres y una tierra donde marque un nuevo referente hacia los desafíos venideros que afronta la humanidad como puede ser la Patagonia, ese lugar donde a pesar del tiempo las huellas de los pioneros y hombres libres que vinieron de distintas partes a cumplir sus sueños sigue presente en sus innumerables y mágicos rincones.




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