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sábado, 30 de noviembre de 2019

Explorando las áridas sierras del Calafate en un todoterreno.

Para el día 15 de febrero del año 2019 y dentro de nuestra expedición patagonica con destino Ushuaia - San Martin de los Andes que recorrimos en 25 días de continuo viaje, partiendo desde la ciudad de Calafate teníamos previsto hacer una larga excursión hacia las Torres del Paine localizadas en el territorio chileno a mas de 300 km de distancia. Sin embargo este viaje no pudo concretarse por un error de la empresa del turismo que estaba a cargo de la organización de la excursión que por un descuido no incluyeron en la lista del transporte a nuestro compañero Leandro.


Vista hacia la árida estepa de elevada altura al sur de Calafate.



 Por lo tanto se cancelo el viaje, nos devolvieron el dinero pero ademas como recompensa por el día perdido la misma empresa de turismo nos regalo de cortesía otra excursión de medio día de duración que incluía un recorrido de mas de 30 km de ida y otros tantos de vuelta en un potente todoterreno para explorar y conocer el ambiente de estepa serrana de elevada altura que esta justo detrás de la ciudad del Calafate y cuyos picos llegan a mas de 1.300 metros de altura. 

Ya a las 9 de la mañana nos pasaron a buscar a las puertas del hotel en un todoterreno con capacidad para 8 pasajeros. Una vez todos adentro, fuimos directamente por un camino de tierra hacia arriba, pasando entre los dos grandes cerros de color gris y carentes de toda vegetación que se ven desde cualquier parte del Calafate.












Vista panorámica desde las áridas sierras hacia el lago Argentino y los alrededores.



De apoco el vehículo iba tomando altura adentrándose en la profundidad de las áridas sierras esteparias. El paisaje que se abría a nuestro alrededor era propio de estepas frías, prácticamente estériles y de gran altitud como por ejemplo las que existen en el Norte de Mongolia. El clima del lugar es extremo y cuyas temperaturas en invierno bajan a -30 grados bajo cero debido a la altitud y la continetalidad extrema.







Un valle verde en medio de la estepa serrana.



Aun así, a pesar de la inclemencia del clima local, los valles de la estepa serrana son usados por los gauchos locales para la cría del ganado vacuno que logro adaptarse perfectamente al ambiente local. Pero ademas de las vacas, los valles estaban repletos de guanacos silvestres tan acostumbrados a la presencia humana, que ni si quiera se molestan en huir cuando te acercas a ellos en un vehículo de gran potencia.















Terrenos privados sobre la estepa serrana, repletos de vacas y guanacos silvestres.



Se supone que todo este lugar es el hábitat natural de los pumas, lo cual no parece tan cierto debido a la incalculable cantidad de guanacos tan poco temerosos y que se multiplican sin control justamente por la evidente falta de depredadores que se alimenten de ellos.

A medida que avanzábamos, el todoterreno conducido por nuestro guía hacia breves paradas y así podíamos salir del vehículo para apreciar mucho mejor los paisajes y sacar fotos. Y finalmente llegamos hasta el final del camino de tierra que terminaba justo en el pie de un cerro ya a mas de 800 metros de altitud. Nos bajamos del vehículo y subimos al cerro que estaba frente de nosotros cuya cima llega a unos 950 metros de altura. Pero no es ni de cerca el mas alto del lugar, ya que los cerros vecinos superan los mas de 1.200 metros y estaban a pocos cientos metros de nosotros.
















Vista desde el mirador de la cima del cero a 950 metros a nivel del mar.



Desde la cima se abría una encantadora vista hacia el valle serrano con su pobre vegetación esteparia, severamente limitada por un clima feroz. Allí sacamos unas increíbles fotos panorámicas antes de empezar el descenso.

Y como frutilla de postre al final de este viaje por las estepas salvajes de la región del Calafate, nos esperaba un fascinante almuerzo dentro de una estancia gaucha construida en medio del valle serrano y cuya visita estaba incluida dentro de la excursión.











Nuestro delicioso almuerzo dentro de la tradicional estancia gaucha construida en el medio de la estepa serrana, 



 Al ingresar al interior de la estancia pudimos ver como vivieron allí sus primeros pobladores que literalmente se instalaron en medio de la nada para colonizar un lugar completamente despoblado.

Nuestro guía se encargo de cocinar un guiso del campo acompañado con un excelente vino mendocino junto con una picada de queso y salame. Toda una delicia y mas cuando venís con hambre!









Disfrutando de la vista panorámica hacia el lago Argentino y la ciudad del Calafate.



De allí partimos rumbo de regreso hacia nuestro hotel en Calafate. Era alrededor de las 15 de la tarde, nos había tocado un día muy cálido de unos 24 grados, temperatura mas que ideal para ir a la playa del helado lago Argentino que ya había mencionado en otro articulo.




Por Artem Reshetnyak.